
Transición energética “Para agarrar el testigo del futuro, hay que soltar el testigo del pasado”
El reto presente y principal de la humanidad es combatir el cambio climático.
Para diseñar proyectos sustentables es indispensable la sinergia entre los sectores privado y público.
Venezuela tiene las características especiales para ser un gran productor de hidrógeno verde.
Venezuela es uno de los países con menos recorrido para incorporarse a la transición energética y se arriesga a no estar en el radar del concepto de las naciones mundiales que obliga a considerar seriamente dicha transición en la planificación de su industria de hidrocarburos. Es también el país que tiene más impacto en la transición energética porque ha dependido básicamente de la renta petrolera, hoy altamente deteriorada.
Venezuela tiene suficientes recursos renovables para satisfacer las demandas energéticas en un futuro, sin ningún problema, pero no se ha promocionado la potencialidad que tiene en renovables cuando el mundo va en esa vía.
Hay una gran oportunidad para desarrollar el hidrógeno verde en nuestro país: con luz solar, energía eólica y especialmente un río, el Orinoco.
“Hay que aprovechar la transición para convertir a Venezuela durante la próxima década en un centro energético sustentable de carácter mundial, con capacidad de exportar hidrocarburos; así como electricidad a partir de fuentes renovables e hidrógeno verde que debe ser el objetivo por alcanzar”.
Contexto en Venezuela
La sociedad venezolana no tiene margen para soluciones tardías y que no se concreten, ni el país tiene margen para más errores de sus élites dirigentes, la criticidad de la situación no deja margen para el ensayo y error.
En Venezuela se presentan proyectos de inversión productivos, entre ellos centros mineros de criptomonedas y de manejo de datos (datacenter), producción de proteínas a partir del petróleo, sumideros naturales de CO2 y aprovechamiento de frutos no convencionales, entre otros.
Venezuela posee un alto potencial energético diversificado que permite afrontar con éxito la transición hacia un mundo con una economía baja en carbono.
Cabe preguntarse
- Trilema importante: ¿Cómo incorporar estas energías renovables, cómo seguir avanzando y monetizar las reservas aún en un mundo de combustibles fosiles, cómo atraer las inversiones energéticas para fósiles y renovables con este sistema jurídico, precariedad institucional y fuga de talento?
- ¿Qué políticas públicas serían requeridas y viables en Venezuela para fomentar el uso de energías renovables, hay alguna propuesta?

Nelson Hernández
Ingeniero de Petróleo, Universidad del Zulia, con master en Ciencias de Ingeniería de Gas cursado en el Instituto de Tecnología de Illinois, Chicago.
Consultor en servicios integrales de eficiencia energética y gestión empresarial.
Profesor de posgrados en la Universidad Católica Andrés Bello, Universidad Central de Venezuela, Universidad Metropolitana e Instituto de Educación Superior en Administración (IESA).
Miembro de la Academia Venezolana de Ingeniería y del Hábitat, de la Asociación Venezolana de Procesadores de Gas y de la Cámara Venezolana de Consultores (Cavecon), de Cedice y Conindustria.